Gastronomía
Recorrer el Centro Histórico capitalino tiene sus ventajas, una de las más agradables es sin duda los olores y sabores que ofrecen sus restaurantes. La gastronomía de esta ciudad se ha convertido en otro de los grandes atractivos de la zona y desde hace años, el arte culinario mexicano, es de los más solicitados por quienes buscan restaurantes placenteros para pasar un rato en compañía de amigos y familiares, para cerrar un buen negocio o bien para celebrar algún aniversario o fecha importante.Y es que no por nada, la Ciudad de México es considerada como una ciudad universal como pocas al ofrecer deliciosos platillos de cocina nacional e internacional que son elaborados con la más alta calidad, pero sobre todo, con el característico servicio de amabilidad y hospitalidad del mexicano. Algunos de los restaurantes más representativos de la gastronomía mundial:
Mesón del Cid: Muy cerca de la Alameda Central se esconde un acogedor restaurante que desde 1972 se mantiene al estilo de los tradicionales paraderos españoles en plena calle de Humboldt. De este sitio resalta una tradición que ha estado presente desde sus inicios: sus afamados festivales gastronómicos entre los que destaca el Festival de comida Andaluza, el de las Zetas, el de las Tapas, el del Bacalao y, recientemente, el del Quijote, donde platillos especiales son preparados por expertos y reconocidos chefs.Antes de comer o cenar, no dejes pasar la oportunidad de degustar una copa de alguno de los 82 vinos españoles y mexicanos de la cava mientras observas detenidamente los trazos de los hermosos vitrales que narran las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar “El Cid Campeador” y que fueron realizados por José de las Peñas, quien llegó al país después de haber hecho los vitrales de la Catedral de Toledo, en España.
Al Andaluz: En el restaurante de la familia Mazeh abundan los platillos de gran tradición árabe. El local tiene como sede una casona del siglo XVIII ubicada en la calle de Mesones, llamada así porque fue precisamente en esta concurrida vía fue donde se abrieron los primeros mesones de la época del virreinato.Aquí podrás encontrar comida tradicional desde Marruecos hasta Irak. Los comensales solicitan normalmente de entrada jocoque seco, tepe crudo, tapule y garbanzo molido; mientras que de plato fuerte los más solicitados son la parrillada típica, los tacos árabes de carnero con res, la costilla rellena de carnero y las tripas rellenas.Y si de postres se trata no pueden faltar los famosos pastelitos árabes y el pay de queso, dátil y nuez, acompañados de un buen café libanés o un te de hierbabuena.
Bar Alfonso: En Motolinia y 5 de Mayo, se encuentra este afamado restaurante que tiene varias historias que hablan más que bien de su excelentes comidas; y es que su actual dueño, Leonardo de la Sierra, afirma que quienes la conocen desde sus inicios cuentan que la comida era tan exquisita que las mujeres entraban disfrazadas de hombres para poder disfrutarla, ya que en los años 30 y 40 estaba prohibida la entrada de mujeres a bares y cantinas. La casa de cantera gris con balcones de hiero forjado que alberga este restaurante-bar, ofrece platillos que hacen la delicia de quienes los prueban, ejemplos hay muchos: gambas al ajo y brandy, garra de león en aguachile, sopa de jaiba, filete de róbalo en salsa de avellanas, chamorro al horno y la lengua de res al chipotle.
Los Girasoles del Centro: Aquí las mesas dan a la plaza, lo que te permite disfrutar de un bello escenario que incluye al Museo Nacional de las Artes, el legendario Palacio de Minería y una fabulosa vista de la parte trasera del Palacio Postal.Aquí se sirve el suculento mole de tamarindo con pavo. Comida 100% mexicana, durante todo el año se pueden encontrar guisos preparados con gusanos de maguey, escamoles y chapulines, sin olvidar el Pay de Pétalos de Rosa, hecho con pétalos naturales.
Casino Español: Se ubica en un edificio que albergó un palacio del virreinato sobre la calle de Isabela Católica. El inmueble fue construido en 1903 bajo una mezcla de estilos dórico, jónico, barroco, árabe, neoclásico y art nouveau. Esta maravilla, que nos transporta al pasado gracias a sus amplios salones y que nos recuerda las historias de bailes y fiestas que se daban en otras épocas, ofrece día a día desde jamón serrano con melón, Tortilla española, paella valenciana mixta, zarzuela de mariscos, cordero estilo aranda y callos madrileños, hasta crema catalana y natilla.
Terraza del Zócalo: En el sexto piso del número 13 de la Calle de la Plaza Constitución, justo en uno de los históricos edificios que rodean al Zócalo capitalino, encontramos La Terraza, un restaurante con comida mexicana imaginativa que ofrece, entre otras cosas, vistas inigualables de la Plaza de la Constitución, El Palacio Nacional, el Ayuntamiento, la Catedral Metropolitana y algunas cornisas del Nacional Monte de Piedad. No es de extrañar que suelan venir artistas, políticos y jóvenes deseando deleitarse con los placeres que ofrece la casuela de camarones en salsa de chipotle y vino blanco, los tacos de pescado estilo Mazatlán, la torre de aguacate jitomate y queso de cabra o simplemente una quesadilla de huitlacoche.
Aunque en muchas otras partes de la ciudad podemos ver excelentes ejemplos del extenso arte culinario que se practica en el País, el Centro Histórico tiene la gran ventaja de que se puede hacer y ver caminando, ya que es una sección llena de vida y de comercios para todos los gustos y bolsillos.Y es imprescindible dar una vuelta entre sus seguras calles y ver detenidamente cada casa y cada puerta, para poder descubrit otros sitios como: El Cardenal, El Club de Banqueros, El Danubio, Mercaderes, El Circulo Vasco Español, Café Tacaba, La Puerta del Sol y El Gallo de Oro, que sin duda serán la delicia de cualquier exigente paladar.
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Sergio Leoni -
Yeimi -
Naihely Rodríguez -